Pisos con apoyo

La propuesta de rehabilitación del edificio en el casco antiguo de Barcelona pasa por transformarlo en un centro de acogida residencial en base a seis principios fundamentales:

Domesticidad: se genera una atmósfera y unos espacios donde las mujeres se sientan «como en casa», con estrategias arquitectónicas que permitan recuperar la percepción de recogimiento e intimidad característicos de un hogar propio.

Versatilidad: cada futura usuaria tendrá una historia propia y particular, por lo que los espacios propuestos tienen una alta flexibilidad que permiten adaptarse.

Sensación de seguridad: una de las necesidades principales de las mujeres en situación de vulnerabilidad es la configuración de un espacio donde estén seguras, donde se sientan protegidas de posibles agresiones.

Gradiente de intimidad: hay que establecer una estructura tipológica que permita que gradualmente y el filtro se pase de los espacios comunes a los privados.

Espacios comunitarios: se proponen diversos espacios comunitarios donde las usuarias pueden socializar de manera cómoda y segura y disfrutar del espacio exterior.

Luz y ventilación: dada la naturaleza urbana de alta densidad y la orientación de las fachadas, toda la actuación busca maximizar las entradas de luz y la ventilación.

Concepto

La entrada principal se propone por la ‘Plaza de la Lana’, el espacio urbano más amplio y seguro al que da el edificio. Se accede a un espacio a doble altura donde se pueden desarrollar diferentes actividades y que, al mismo tiempo, sirve como espacio intermedio. En el altillo se propone un programa de servicios comunes de uso exclusivo para las familias cohabitantes, que busca incentivar la relación entre ellas en un espacio seguro. La terraza se transforma en un espacio ajardinado con un espacio de estancia donde poder realizar actividades comunitarias al aire libre.

Se mantiene la posición de la escalera por su carácter patrimonial y se restaura su materialidad protegida en las plantas inferiores. Se incorporan una serie de ventanas que la transforman en un espacio de visuales cruzadas que conectan toda la planta.

La distribución funcional parte de la idea de que las dos familias cohabitantes necesitan espacios comunes pero también, y sobre todo espacios privados diferenciados y amplios donde poder desarrollar una vida independiente. Por lo tanto, proponemos una distribución con flexibilidad funcional y que avanza gradualmente desde los espacios comunes hasta los privados.

La vivienda se vertebra mediante la disposición de un mueble perimetral modular que contiene los espacios servidores de la vivienda (baños, cocina, escaleras, ascensor y mobiliario). Este mueble sirve para ordenar las irregularidades de las paredes, minimiza las circulaciones dotándolas de uso. Los baños hacen de filtro entre las salas de estar y las habitaciones.

Dentro de las habitaciones se articulan estrategias de privatización que permiten que las madres puedan disfrutar de cierta independencia respecto a los hijos gracias al mueble-perímetro, ya que genera espacios que ayudan a ordenar la planta y dotar de uso los espacios.

 

Las intervenciones en el edificio catalogado se basan en recuperar su valor patrimonial y conseguir el cumplimiento de la normativa y el confort adecuado poniendo especial énfasis en maximizar la entrada de luz natural y ventilación. Esto se consigue con el patio y las aberturas de la escalera, que posibilitan el efecto Venturi y actúan como elementos de captación solar pasiva en invierno.

Para obtener un ciclo de vida de los materiales adecuado y garantizar un espacio amable y acogedor, se prescriben materiales naturales, sostenibles y reciclables. Además se hace uso de sistemas constructivos modulares y en seco.

Imágenes

Planos

Ficha Técnica

Uso: Equipamiento

Ubicación: Barcelona

Fecha de proyecto: 2019

Superficie construida: 638,95 m2

Autor: Nil Brullet Francí, Maria Morillo Sedó

Equipo: Nil Brullet, Lluís Mateos, Maria Morillo

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