Biblioteca en Gelida

El solar de la nueva biblioteca de Gelida se ubica en un solar bisagra entre tramas urbanas, el núcleo antiguo del municipio y la zona residencial, que a la vez presenta una notable diferencia de cota. La propuesta de un edificio de forma triangular, que maximiza la ocupación en planta, permite proyectar una gran plaza en cubierta que acontece un nuevo punto de centralidad, un amplio espacio plano dentro de la vertiente inclinada de la montaña donde se asienta el municipio. En esta gran plaza, abierta a las vistas hacia el valle, se plantea el desarrollo de actividades diversas: colindante con la trama urbana se dispone la terraza del bar, en el centro una zona de juegos infantiles, al extremo del triángulo una área de lectura y relación, y encima del pliego de la cubierta una zona de gradas desde las cuales se disfruta de las vistas y la puesta de sol los días de primavera y verano. Una gran pérgola vegetal, de hoja caduca, proporciona sombreado los meses más cálidos, y contiene las células fotovoltaicas. Unas gradas y una rampa accesible, configuran un amplio sistema de descenso que permite bajar a una cota inferior donde se abre una plazoleta que servirá como espacio acotado de acceso de la biblioteca, alrededor de la cual, con el objetivo de dotarla de vitalidad, se sitúan las piezas más dinámicas: el área de acceso, el espacio polivalente y la zona infantil.

Al cruzar el cancel de entrada se llega al área de acceso donde también encontramos la zona de periódicos y revistas, y música e imagen que aportan actividad. Desde el cuadrante del área de llegada, accedemos por un lado a la sala polivalente, que puede ser usada con independencia del resto de la biblioteca. Por otro lado, entramos en la zona infantil, relativamente separada del resto de espacios de la biblioteca, conectada con la plazuela de acceso que puede usar para hacer actividades al aire libre. Finalmente, desde el lado del ascensor se accede a la zona de trabajo interno que en esta planta tiene los espacios que requieren iluminación natural – incluso con una terraza propia para el descanso del personal -, y se conecta de forma directa a través del ascensor con el depósito documental y el almacén logístico que están situados en la planta inferior.

A través de una amplia escalera de caracol (o cogiendo el ascensor) accedemos a la planta -1, donde se sitúa el área de información y fondo general, abierta hacia la fachada norte, con diferentes tipologías de puntos de lectura, y directamente relacionada con los espacios de formación y apoyo que estarán convenientemente sectorizados, e iluminados y ventilados a través de la franja de la fachada suroeste. La zona del archivo se dispone semienterrada apoyándose en el Camino Viejo de la estación, de tal manera que las salas que no requieren iluminación natural y que se necesitan estabilidad hidrotérmica (depósitos, almacenes, etc.) se disponen enterradas, y las estancias para consultas dan a fachada. Aprovechando el desnivel topográfico de la calle se propone el acceso del archivo permitiéndole un funcionamiento completamente independiente. Desde este acceso, cogiendo una rampa se accede al parking de coches que queda debajo de la planta -1 donde también hay la zona de instalaciones.