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La idea escenográfica para la obra musical “Mierda de artista”, que relata la vida de Piero Manzoni, parte de la búsqueda de un único elemento capaz de poder configurar diferentes espacios escénicos (el estudio de un artista, una galería de arte, la casa de una marchante, una tumba), que recoja la evolución del personaje de Piero Manzoni, que cuadre bien con el tono ‘vodevilesco’ del guión y que, a la vez, sirva como motor explicativo de la reflexión filosófica e histórica que subyace en la obra: la creciente mercantilización del mundo del arte, la institucionalización absurda que da valor a las obras, o lo que significó el paso del arte figurativo al arte conceptual en lo que Manzoni fue un artista muy relevante.
Concepto
Este elemento es el CUADRO, el lienzo de pintura. El escenario se llenará de lienzos de diferentes tamaños y versiones diversas: cuadro en blanco, cuadro pintado, cuadro tapado, o cuadro sin tela, que apuntarán los diferentes niveles explicativos del guíon.
Se empezará con una a serie de cuadros al reves de fondo para representar el taller del artista, una simple reorganización de los cuales generará el espacio de la galería. Cuadros pintados de diferentes artistas modernos figurativos y abstractos, como Hopper o Rothko, acompañarán escenas con temáticas de carrera o intimistas. La elaboración de la obra artística, se producirá con los cuadros tapados por telas, simbolizando la suspensión propia del momento creativo. En las escenas finales, se arrancarán las telas y se mostrarán los marcos vacíos, representando mediante el vacío, la muerte de Piero Manzoni y a la vez, la desaparición del arte figurativo y la vacuidad del arte conceptual a la que obras como “mierda de artista” se refieren.
